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Naturaleza - Vegetación

Naturaleza - Vegetación

Aladierno

Detalle del aladierno

 

 

Torvisco (foto: Ramón Fernández)

Detalle del torvisco

 

 

 

 

La vegetación del paraje es variada, fruto tanto de los usos y aprovechamientos que el hombre ha realizado del medio natural como de la fisiografía, edafología y condiciones climáticas que hay en la zona.

 

El paraje se caracteriza por presentar buenos fragmentos de encinar litoral termomediterráneo, que forma la asociación vegetal llamada Rubia longifolia - Quercetum rotundifoliae, formación clímax de estas latitudes del Mediterráneo. Se trata de una asociación vegetal de carácter basófilo localizada en el piso termomediterráneo de ombroclima seco. En estado óptimo, se presenta un bosque esclerófilo dominado por la encina (Quercus ilex subsp. rotundifolia) acompañada por especies como el torvisco (Daphne gnidium), el lentisco (Pistacia lentiscus), aladierno (Rhamnus alaternus) y lianas como la rubia peregrina (Rubia longifolia), la zarzaparrilla (Smilax aspera), la madreselva (Lonicera implexa) o la esparraguera (Asparagus acutifolius).

 

La mayor parte de la superficie del paraje está cubierta por arbustos termomediterráneos, que forman parte de la asociación vegetal Querco cocciferae-Pistacetum lentisci, donde especies como el lentisco (Pistacia lentiscus), coscoja (Quercus coccifera), brezos (Erica multiflora, Erica arborea), jaras (Cistus albidus, Cistus clussii), romero (Rosmarinus officinalis), tomillo (Thymus vulgaris), espinos (Rhamnus oleoides, Rhamnus lycioides), aladierno (Rhamnus alaternus), enebro (Juniperus oxycedrus), palmito (Chamaerops humilis), acompañados por representaciones de pino carrasco (Pinus halepensis), pino rodeno (Pinus pinaster), algarrobos (Ceratonia silicua) y fresnos (Fraxinus ornus), forman una estructura, con una densidad más elevada las partes más bajas de las laderas montañosas, adquiriendo algunos individuos un porte arbustivo de hasta más de 2 metros. Esta asociación es la primera etapa degradativa de la formación clímax de bosques originales de carrascas.

 

En zonas más próximas a las partes más altas de las laderas montañosas, se presentan las segundas etapas degradativas del carrascal termomediterráneo, que como consecuencia de los recurrentes incendios forestales ocasionados en la zona, han provocado la aparición de una vegetación pirófitas muy desarrollada, donde la aliaga (Ulex parviflorus) domina la superficie con individuos de considerable densidad, siendo en ciertos momentos impenetrables. Esta formación está acompañada por especies como: el palmito (Chamaerops humilis), jaras (Cistus crispus, Cistus monspeliensis, Cistus salviifolius), brezo (Erica multiflora), Globularia alypum, Lithospermum fruticosum, Phlomis crinita subsp. crinitaPhlomis lychnitis o pebrella (Thymus piperella).

 

En las cumbres de algunos picos del paraje, así como también, en las laderas de solana más afectadas por los fenómenos erosivos, aflora la roca madre y se desarrollan formaciones vegetales que pertenecen a la tercera etapa de sustitución del carrascal termomediterráneo. Están constituidos por pastos secos en suelos más erosionados, donde aflora la naturaleza caliza de la roca madre y desaparecen las diferencias de suelo presentes en las etapas anteriores. Se presentan las siguientes especies características: Brachypodium retusum, Brachypodium distachyon, Dactilys hispánica, Fumana ericoides, Helianthemum lavandulefolium, Hyparrhenia hirta, Stipa tenacissima, Thymus piperella, Thymus vulgaris subsp. aestivus.

 

En el paraje hay que destacar la presencia de dos endemismos como es el caso de la pebrella (Thymus piperella) o tramussera valenciana (Lupinus mariae-josephi), esta última fue descrita oficialmente en 2004 y poco tiempo después, se consideró extinguida. Pero en 2006 se detectan comunidades una de ellas localizada en el PNM Parpalló-Borrell, la cual ha sido declarada microrreserva en el 2007 por el Consell de la Generalitat Valenciana.