La conservación de recursos fitogenéticos en bancos de germoplasma vegetal

La conservación de recursos fitogenéticos en bancos de germoplasma vegetal

La conservación de colecciones de materiales vegetales de reproducción (semillas, polen, propágulos vegetativos, células y tejidos de diferente origen) fuera de su hábitat natural se realiza mediante la aplicación de un conjunto de técnicas que requieren de instalaciones adecuadas denominadas bancos de germoplasma vegetal.

En la actualidad, gran parte de los bancos de germoplasma estan dedicados a la conservación de especies de interés agroalimentario, aunque tambien existen bancos destinados a la conservación de especies de la vegetación natural, especialmente de aquellas que son raras, endémicas o que se encuentran amenazadas de extinción.

 

Laboratorio

 

Los bancos de germoplasma pueden ser un recurso útil en los ámbitos forestal y de restauración paisajística al posibilitar la conservación y el suministro continuado de lotes de semillas y partes de planta, de un gran número de especies, con calidad garantizada y origen conocido.

Entre los bancos de germoplasma los modelos más extendidos son los bancos de semillas, que requieren de inversiones menores y sus instalaciones no resultan tan sofisticadas. En los bancos de semillas se procura a los propágulos protocolos diferenciados de procesado y conservación, según los requerimientos particulares de la especie.

 

Banco de germoplasma

 

En general, la conservación a corto y medio plazo de semillas de especies llamadas ortodoxas requiere de recipientes herméticos, condiciones de fuerte desecación de las semillas (contenido en agua entre el 6-12%) y ambientes refrigerados (cámaras entre 3-5º C.). A más largo plazo, estas semillas son conservadas secas y al vacio en recipientes herméticos a temperaturas entre -15 i -23º C.

En el caso de semillas de especies llamadas recalcitrantes, que resultan dañadas si se exponen a temperaturas bajas en estado seco y que requieren para sobrevivir de ambientes con oxígeno y contenidos de humedad relativamente elevados (> 45 %), son necesarias instalaciones específicas, siendo su conservación durante periodos de tiempo prolongados siempre problemática, aun en las condiciones de almacenamiento más adecuadas.