Buenas prácticas

Buenas prácticas

En casa:

 

  • Utiliza bombillas de bajo consumo. Una bombilla de tecnología led genera la misma luminosidad que una incandescente con un consumo aproximadamente 10 veces menor, y una vida útil hasta 25 veces superior.

  • Selecciona productos sostenibles y reutilizables. ¡Generan muchos menos residuos! Algunos ejemplos son los trapos de tela, las maquinillas de afeitar con hojas de recambio, las tazas, las plumas con cartucho de tinta, las pilas recargables, etc.

  • Antes de desprenderte de un objeto, preocúpate de si se le puede dar una nueva vida y de esta manera reutilizar el objeto.

  • Repara todo aquello que sea posible.

  • Evita el exceso de embalaje en tus compras, así disminuirás la cantidad de residuos.

  • Mantén una postura activa frente a los residuos de papel: coloca un adhesivo en tu buzón de correo postal para evitar la publicidad.

  • Más del 30% del peso de los residuos domésticos procede de residuos fermentables (desperdicios de la cocina, del jardín, cenizas, etc.). Haz tu propio compost con los residuos biodegradables, obtendrás una fuente excelente de abono natural para las plantas y el huerto.

  • Evita sucumbir a la compra excesiva de ropa. La ropa que ya no te sirva, puedes intercambiarla con amigos y familiares, donarla a asociaciones sin ánimo lucrativo, venderla para su uso como "segunda mano", darle otro uso, etc. Si, finalmente debes tratarla como residuo, deposítala en el contenedor oportuno.

  • No permitas que los alimentos que adquieres se te estropeen. No desperdicies alimentos.

 

En el trabajo:

 

  • En la oficina y en casa, da prioridad a las comunicaciones por correo electrónico en lugar de por fax o correo postal. No imprimas las páginas que realmente no necesites y utiliza la opción de imprimir las hojas por las dos caras.

  • Lleva los cartuchos de tinta y los tóners vacíos al proveedor para rellenarlos. Además de ser una medida ecológica, esta pequeña acción genera actividad y contribuye a crear nuevos puestos de trabajo.

  • Lleva tu propia taza de café o de té a la oficina. De este modo evitarás llenar la papelera de vasos de un solo uso, sean de plástico o material compostable.

  • Puedes guardar el papel impreso para reutilizarlo como borrador.

  • Escoge atentamente el material de oficina y da prioridad a los objetos recargables o reutilizables, reciclables o de material reciclable y a los productos etiquetados con la ecoetiqueta europea.

  • Acuérdate de comprar el café o el té en paquetes de gran formato y no en envases pequeños. Algunos comercios donde venden productos a granel, puedes llevar tus propios recipientes.

  • Recuerda que puedes regalar los equipos electrónicos usados o defectuosos a asociaciones para que les proporcionen una segunda vida útil.

 

En el centro educativo:

 

  • Antes de comprar el material escolar nuevo, comprueba las existencias y el estado del material del año anterior para decidir si se puede reutilizar. Para los artículos que tengas que comprar nuevos, selecciona los materiales marcados con ecoetiqueta y los más sólidos y resistentes.

  • Escoge artículos recargables que se puedan utilizar durante un periodo largo de tiempo.

  • Para la merienda, pide a los estudiantes y a sus padres y madres que coloquen los alimentos en recipientes reutilizable y la bebida en una cantimplora, en lugar de utilizar una bolsas, botellas o envases de un solo uso y tirarlos a la basura después de cada uso.

  • Reduce los residuos de papel escribiendo en las dos caras de las hojas.

 

En las comidas:

 

  • Prepara alimentos frescos: tu dieta será más saludable y ahorrarás una gran cantidad de residuos de envases en comparación con una comida preparada y envasada.

  • No te olvides de dar prioridad a los productos que tengan una fecha de caducidad más larga para evitar que se estropeen. Presta atención a los productos perecederos. Colocar los productos que caduquen más rápidamente en la parte delantera de la nevera o del armario es una forma muy sencilla de reducir la producción de residuos.

  • Llena una jarra con agua del grifo. De este modo, se puede ahorrar el gasto que supone un paquete de botellas de agua y, al mismo tiempo, limitar la cantidad de residuos de plástico generada.

 

En los momentos de ocio:

 

  • Ahorra en pilas: en casa, conecta los aparatos a la red eléctrica o utiliza pilas recargables. A largo plazo, suponen un ahorro sustancial.

  • Evita comprar productos supérfluos e inútiles, sobre todo para fiestas y vacaciones.

 

  • La próxima vez que tengas que comprar un regalo, te puedes decantar por un producto inmaterial, como entradas para un espectáculo o un concierto, o un abono, un masaje, un curso de cocina, etc., que no generan residuos.

  • Cuando vayas de picnic, lleva recipientes herméticos para los alimentos, botellas reutilizables y la vajilla de diario. De este modo, no tirarás tantos residuos a la papelera.

 

En las tiendas y comercios:

 

  • Selecciona productos con ecoetiqueta. Las etiquetas ecológicas europeas o nacionales son certificados oficiales que garantizan la calidad del producto y aseguran que ejerce un impacto reducido en el medio ambiente durante toda su vida útil. Puedes encontrar miles de productos de todo tipo −libretas, papeleras, bolsas, productos domésticos, filtros de café, etc.− marcados con la etiqueta ecológica.

  • Selecciona los productos con menos embalaje y evita comprar productos de un solo uso. Normalmente, en el momento de la compra siempre podrás escoger un producto que genere menos residuos. De esta forma, puedes reducir el consumo de materias primas y contribuir a reducir la contaminación que generan los procesos de producción, transporte, comercialización y gestión del residuo posterior. Además, estos productos también suelen representar un ahorro económico.

  • Intenta comprar productos a granel, suelen tener un coste inferior y permiten reducir los residuos de embalaje. Los embalajes representan entorno a la cuarta parte del peso de los residuos domésticos, una parte importante del volumen total de residuos generados.

  • Compra las cantidades que necesites. Comprar las cantidades de alimentos adecuados para las necesidades de la familia permite reducir la cantidad de residuos y evitar pagar por productos que acabarán estropeándose, con lo cual representa una reducción de los residuos y un ahorro económico.

  • Opta por bolsas, capazos, carros y otros recipientes reutilizables para la compra.

  • Opta por los envases recargables. Se suelen comercializar recambios de productos domésticos, de limpieza, cosméticos y de algunos artículos de alimentación.

 

En el jardín y en el bricolaje:

 

  • Recuerda que puedes alquilar o pedir prestado el material que necesitas ocasionalmente.

  • Residuos especiales o peligrosos. Los residuos químicos peligrosos del bricolaje o los productos domésticos, las baterías, las luces fluorescentes o de neón, etc. se clasifican en puntos de recogida específicos para su posterior gestión de manera adecuada y segura. Llévelos al ecoparque o punto de recogida más próximo.

  • Adquiere abono natural compatible con los métodos de agricultura biológica y, si puedes, haz compost en casa y utilízalo como abono.