Orquídeas silvestres

Orquídeas silvestres

La directiva de hábitats y el Convenio Berna

Las orquídeas son el grupo de plantas superiores que posee mayor número de especies en el planeta. Se calcula que existen unas 35.000 especies, la inmensa mayoría de las cuales sólo viven en climas tropicales. Aproximadamente un 1% ( en torno a 350) viven en el continente europeo, habiéndose reconocido al menos 46 en la Comunidad Valenciana.

Las orquídeas europeas tienen formas muy diferentes a las tropicales, y tanto sus flores como el resto de la planta son mucho más pequeñas que las de las especies exóticas que habitualmente se comercializan. No obstante, la forma de las flores de las orquídeas autóctonas es a menudo espectacular, siendo frecuente que recuerden el aspecto de diversos insectos; son especialmente conocidas las del género Ophrys, cuyas flores tienen forma de abeja.
 


¿Dónde viven las orquídeas?

Las orquídeas valencianas colonizan fundamentalmente tres tipos de hábitats:
Prados húmedos y cercanías de fuentes. No concentran muchas especies, si bien éstas pueden estar representadas por muchos ejemplares, sobre todo en el caso del género Dactylorhyza. Este tipo de vegetación se conoce como "prados de orquídeas"; la Directiva de Hábitats de la Unión Europea (92/43/CEE) lo considera como uno de los hábitats prioritarios para formar la futura red Natura 2000 de espacios protegidos europeos.
Bosques densos de frondosas y/o coníferas de montaña (carrascales, quejigales, pinares montañosos, etc...). Suelen albergar las plantas más raras y amenazadas, así como otras más abundantes (especialmente de los géneros Cephalanthera y Epipactis)
Matorrales secos y pastizales post-incendio. Son el hábitat preferido por la mayoría de especies del género Ophrys (flores abeja) y de algunas del género Orchis. Algunas sólo resultan abundantes en los primeros años tras el paso del fuego o el aclareo de la vegetación, escaseando cuando ésta se cierra por el desarrollo del matorral.




¿Pueden cultivarse las orquídeas autóctonas?

A diferencia de las orquídeas tropicales, el cultivo de las especies nativas de la Comunitat Valenciana es prácticamente imposible por métodos habituales, incluso para los aficionados a este grupo de plantas. Ello se debe a que, desde que germinan, necesitan la presencia de determinadas especies de hongos-micorrizas- que son extremadamente específicos de los sitios y condiciones climáticas donde viven las plantas, y que generalmente no pueden desarrollarse fuera de dichos lugares.

Además, las orquídeas autóctonas poseen un conjunto de sustancias que provocan el rápido ennegrecimiento y pudrición de las flores y tallos cuando se cortan o cuando la planta se extrae del suelo. Por tanto, debe evitarse su recolección en el campo.
 



¿Están protegidas las orquídeas valencianas?

Todas las orquídeas autóctonas de la Unión Europea están protegidas frente al comercio internacional, perteneciendo a la categoría de máxima protección prevista en el Convenio de Washington. Ello implica que no pueden recolectarse plantas vivas de la naturaleza con vistas a su exportación, y que, en el caso de que puede alcanzarse el cultivo de alguna especie, los productores deben estar debidamente registrados y sometidos a controles por la autoridad nacional competente (Servicios CITES y delegaciones del SOIVRE del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo).

En el caso valenciano, la recolección de cualquier especie en su hábitat natural para fines comerciales, industriales o con beneficio económico, constituye un aprovechamiento forestal que sólo pueden desarrollarse si se posee una autorización administrativa expedida por la Dirección Territorial competente de la Conselleria de Medio Ambiente. Además, se prevé que en un futuro breve se dote de protección legal completa a la mayoría de especies, en cuyo caso las recolecciones sólo serán factibles mediante autorización por motivos científicos, educativos o conservacionistas.